La respuesta es sencilla. Se llaman adaptógenos porque potencializan las funciones adaptativas de nuestro cuerpo. Los adaptógenos son una familia de hongos y plantas que han demostrado ser altamente saludables, ya que no son alucinógenas. Su principal beneficio es que nos ayudan a modificar la reacción al estrés, aumentando nuestra resistencia, previniendo el agotamiento y apoyando a nuestro sistema inmune y endocrino, mejorando así nuestro rendimiento físico e intelectual.

Nuestro cuerpo tiene la capacidad de adaptarse a diferentes situaciones de vida que nos ponen al límite. ¿Te acuerdas cuando diste tu primer beso? ¿O la última vez que te subiste a una montaña rusa? ¿Qué tal la última vez que tuviste un bomberazo de trabajo? Seguramente recuerdas que en aquellos momentos de estrés y emoción extrema tu frecuencia cardiaca se aceleró, tu temperatura corporal aumentó o sentiste un agujero en el estómago.

Estas funciones llamadas adaptativas están reguladas por el sistema nervioso autónomo. Esta parte del sistema nervioso, junto con el eje hipofisosuprarrenal (HSP), formado por el hipotálamo, la hipófisis y las glándulas suprarrenales liberan una serie de hormonas que dan lugar a la producción de glucocorticoides, principalmente cortisol, y andrógenos.

La activación simpática da lugar a la secreción de catecolaminas, adrenalina y noradrenalina, que ponen al organismo en estado de alerta para la acción. Básicamente, cuando tu cuerpo presiente que estarás en una situación estresante, ya sea física o mental, se prepara para actuar y sobrevivir.Este proceso de activación de alerta se llama síndrome de adaptación general (GAS).  El GAS es una respuesta de tres etapas: alarma, resistencia y agotamiento. Durante la primera fase se moviliza el sistema de defensa a fin de preparar al organismo para afrontar la situación de peligro. La segunda fase es la de resistencia o adaptación, donde se normalizan los niveles de corticosteroides y los síntomas tienden a desaparecer. Si la causa de estrés no desaparece y la reacción al estrés continúa, o bien, se repite con frecuencia, el cuerpo no puede adaptarse y se produce falta de energía, agotamiento y alteraciones en el organismo que conducen a patologías psicosomáticas. 

Los adaptógenos nos ayudan a permanecer más tiempo en la fase de resistencia, a través de un efecto estimulante que frena el cansancio. En lugar de estallar en medio de un momento de alta demanda energética, como una tarea, un proyecto laboral, o un evento importante, logramos el equilibrio y podemos seguir adelante. Cuando podemos adaptarnos al estrés, nos desempeñamos mejor y nos sentimos mejor frente a aquello que nos estresa. Además, consumiendo adaptógenos también podemos mejorar nuestra salud y bienestar.Como mencionamos antes, cuando estamos estresados, nuestra glándula suprarrenal libera cortisol, la hormona del estrés, la cual nos prepara para enfrentarnos a una posible emergencia.

Pero demasiado cortisol durante mucho tiempo suele ser perjudicial para nuestro cuerpo. Los adaptógenos nos ayudan a reducir los niveles de cortisol en la sangre, lo cual también mantiene regulada nuestra presión arterial y nuestra frecuencia cardiaca. Los adaptógenos son un complemento alimenticio ideal para personas que padecen enfermedades cardiovasculares, como lo son la diabetes y la hipertensión.

Pero también es un complemento perfecto para cualquier persona que desee mantener el equilibrio en su día a día. Ya sea por razones laborales, personales o escolares, todas las personas experimentamos estrés. Con SuntUp puedes seguir gozando del alto rendimiento de tus capacidades sin caer en el agotamiento y el desgaste de tu organismo.